A lo largo de los años, la tecnología se está consolidando como una de las herramientas principales de las empresas líderes a la hora de potenciar su negocio, alcanzar los objetivos planeados y diferenciarse de la competencia.
Pese a que vivimos en un mundo cada vez más digital, muchas compañías aún no percibían a los ecosistemas digitales como indispensables y completamente necesarios para la continuidad de sus negocios.
Es por esto que la Covid-19 significó una gran prueba para muchos que, sin alternativa, debieron adoptar eso que tanto postergaban: la transformación digital.
¿Qué significa la digitalización?
Pero digitalizarse no significa tener un blog, una tienda online o presencia en las redes sociales. La transformación no es algo puntual que se logra de la noche a la mañana, implica un proceso en el que se reorganizan los métodos de trabajo y las estrategias para obtener beneficios a través de la incorporación de las nuevas tecnologías.
Hoy la digitalización es parte de las personas en todos sus ámbitos: personal, social y laboral. Al igual que mutan las formas de interacción de las personas, también lo hace el mercado y las empresas deben adaptarse a esos hábitos.
El mercado es cada vez más dinámico, por lo que tenemos que pensar en ecosistemas digitales y la omnicanalidad creada entre las diferentes herramientas, plataformas y aplicaciones para el posicionamiento de un producto, marca o servicio. Esta estrategia implica una sinergia entre todas las esferas digitales y es una de las principales claves del éxito para una organización.
Desde la visión del activo digital, con sus métricas (KPI) que definen el rumbo o la estrategia de la compañía (Brand strategy), hala inversión digital inteligente, definiendo una comunicación social y más ahora educativa como consecuencia de los aprendizajes que nos deja la pandemia, han cambiado la perspectiva del tráfico calificado, y por lo tanto el modo de posicionarse.
Hoy ya no es una opción estar en el mundo digital sino una obligación que nos impone la realidad, afirma el autor de esta nota.
Personas y empresas en la digitalización
Ahora bien, la transformación digital no significa un cambio meramente tecnológico sino también en el liderazgo y la cultura de una organización. Las empresas están integradas por personas, por lo que son ellas quienes se transforman digitalmente y no las compañías.
En este sentido, es importante repensar las estrategias y salir de una zona de confort para buscar nuevas oportunidades. Como nos dice la teoría de Darwin, solo las especies que mejor se adaptan son las que sobreviven.
Aquellas que se arriesguen a pensar y a implementar nuevas formas de acercarse y generar conexión con todas las audiencias de la compañía lograrán estar a la vanguardia en esta carrera que nos impone un mundo cada vez más digital.
Uno de los errores más comunes es creer que la empresa debe adaptarse a un formato tecnológico específico, pero no es así. La tecnología es la que debe ponerse al servicio de cada organización, de acuerdo con el negocio, necesidades y objetivos particulares, así como a las motivaciones y requerimientos de sus clientes. Innovar no es una ciencia exacta y requiere de muchos recursos: tiempo, organización, know how y, por supuesto, inversión.
Hoy ya no es una opción estar en el mundo digital sino una obligación que nos impone la realidad, la coyuntura y sobre todo las exigencias de los clientes y del mercado actual.
(*) Director de consultoría y diseño en InterNexa Argentina.
Fuente: iProfesional